viernes, 11 de marzo de 2011

LO QUE LEEMOS

En esta entrada compartamos lecturas, las que nos gustan. Es otra forma de conocernos. Aquí va un cuento breve de Isidoro Blastein. Estuve releyendo sus cuentos breves.
Un millón de Sandías
Resulta que dos negros estaban dormidos en las laderas del Mississippi. Uno de los dos se desperezó, bostezó, suspiró y dijo:
-Cómo me gustaría tener un millón de sandías.

El otro negro preguntó:

- Rostus, si tuvieras un millón de sandías, ¿me darías la mitad?

- ¡No!

- ¿No? ¿No me darías un cuarto?

- No, no te daría un cuarto.

- Rostus, si tuvieras un millón de sandías, ¿no me darías diez sandías?

- No.

- ¿No me darías siquiera una sandía? ¡A mi que soy tu amigo?

- Mira, Sam, si tuviera un millón de sandías, no te daría una sola raja siquiera, una sola tajada de sandía.

- Pero, ¿por qué, Rostus?

- Porque eres demasiado perezoso para soñar por ti mismo
.

1 comentario:

Anónimo dijo...

A esta hora de la siesta estamos perezosos como Sam.Nuestro reloj biológico nos indica que debemos dormir la siesta.
Queremos estar tirados a orillas del Misisipi, o del Paraná, o de la represa Piscini.
Muy bueno el cuento.
Gente del curso(consejo de "notables")